Los cómics han inspirado algunas de las mejores películas del cine moderno. Pero no siempre el paso del papel a la pantalla funciona. Algunas adaptaciones fallan por guion, dirección, actuación o simplemente por no entender la esencia del material original.
En esta lista repasamos cinco casos donde las expectativas eran altas, pero el resultado dejó a todos con sabor amargo. Producciones con buenos presupuestos y actores conocidos, pero sin alma. Para muchos fans, ver arruinada una historia querida es como cargar una mochila de decepciones cada vez que se menciona el título. Y con cada nuevo intento fallido, crece el temor entre seguidores de franquicias como Naruto, que aún no tiene su versión live action definitiva, de que un mal enfoque pueda arruinar décadas de historia y personajes icónicos.
Ben Affleck protagoniza esta adaptación del justiciero ciego de Marvel. Aunque intenta adoptar un tono oscuro, termina siendo torpe y carente de ritmo. Las escenas de acción no convencen y el drama no emociona.
El personaje de Elektra, interpretado por Jennifer Garner, tampoco logra destacarse. Su papel fue tan pobre que terminó con un spin-off aún más criticado. La película prometía una versión profunda de Matt Murdock, pero entregó una experiencia plana.
Ryan Reynolds dio vida a Hal Jordan en una película con ambiciones cósmicas. El resultado fue un film saturado de efectos digitales y con un guion débil. Los fans criticaron duramente el enfoque simplista de uno de los héroes más complejos de DC.
La historia nunca logra conectar con el público. El universo de los Linternas, que en los cómics es rico y vasto, se reduce a una caricatura sin peso ni emoción. La recepción negativa fue tan fuerte que incluso el propio Reynolds bromea con el fracaso de este papel.
Ang Lee intentó darle a Hulk una profundidad psicológica que, en teoría, podía funcionar. Pero la ejecución terminó siendo confusa y aburrida. La historia de Bruce Banner se enreda en traumas familiares y ciencia ficción sin rumbo.
El diseño del personaje digital fue ampliamente criticado. Muchos lo consideraron más cercano a una animación que a un personaje realista. En lugar de generar empatía, el monstruo verde parecía fuera de lugar incluso en su propio universo.
Un reboot innecesario que cambió demasiado y no logró nada. El film quiso modernizar al equipo clásico de Marvel, pero terminó siendo una historia fría, mal editada y sin carisma.
El Doctor Doom, uno de los villanos más emblemáticos del cómic, fue transformado en un personaje genérico. La química entre los protagonistas era nula y la historia carecía de dirección. Para muchos, una de las mayores decepciones del género.
Este film es sinónimo de lo que no se debe hacer en una adaptación. Colores brillantes, frases ridículas, trajes con pezones y una estética que parece más cercana a un desfile de carnaval que a una historia del Caballero Oscuro.
Arnold Schwarzenegger como Mr. Freeze y Uma Thurman como Poison Ivy ofrecieron actuaciones exageradas. La “bat-tarjeta de crédito” fue la gota que rebalsó el vaso. Esta película alejó a Batman del cine por años y aún hoy es recordada como un ícono del mal gusto cinematográfico.
